

... el cielo. De pronto se oyó una vocecita. El niño miró por
todas partes, pero no vio a nadie. Fue entonces cuando en el suelo vio un copo
de nieve muy especial... Entonces dijo:
- ¡Hola!, soy copo de nieve, ¿quiéres ser mi
amigo?
El niño, sorprendido, pero muy contento, se agachó a cogerlo y
respondió:
- ¡Por supuesto! Yo me llamo Mateo y tengo siete
años.
Javier B.
me gusta tu dibujo
ResponderEliminar