
Sabían que tenían prohibido alejarse del grupo. Pengüi no hizo
caso y bajó solo. Cuando estaba a punto de llegar se enredo con algo en el fondo
y no podía moverse, entonces notó que alguien le ayudaba, era Güino. Cuando se
soltó, decidieron seguir los dos juntos; nunca habían llegado tan profundo y
aquella cosa cada vez brillaba más.Javier Espí
Me ha gustado tu historia.
ResponderEliminarGonzalo Ortega
Hola Javier soy Miguel. Me ha gustado mucho tu dibujo. Miguel
ResponderEliminarHola Javier, me ha gustado mucho todo. Victoria
ResponderEliminarHola Javier me ha gustado mucho.
ResponderEliminarJaime R