... pasó lo que tenía que pasar: la moto no quería arrancar. El dueño de la
moto no sabía que hacer, entonces oyó un ruido, eran los animales del zoo;
habían venido a ayudarle y empujaron la moto hasta la línea de meta. No ganaron pero les dieron el trofeo por esforzarse mucho.Gabriela del Prado.
viernes, 11 de junio de 2010
¡A LAS CARRERAS! (QUINTA PARTE)
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Gabriela, es muy interesante tu historia, me encanta.
ResponderEliminarJavier Espí